Protección de recursos

Cuando un perro muerde porque queremos quitarle la pelota, pensamos que es posesivo. Si muerde cuando nos acercamos a su comida, creemos que es dominante. Pues bien, erramos en nuestras conclusiones, ya que estos comportamientos son debidos a la protección de recursos.


Un recurso para un perro es un bien que satisface una necesidad o que le aporta un beneficio, existen variedad de recursos pero nos centraremos en dos: la comida y el juguete. La comida sin duda satisface una necesidad, y los juguetes aportan un beneficio. Son valores de gran importancia para él, pero eso no es razón para justificar una sobreprotección de éstos bienes. Los recursos deben ser valorados pero es importante no supongan una obsesión, como por ejemplo la pelota en algunos perros, ya que desencadenará más fácilmente un comportamiento agresivo. Tanto comida como juguetes deben ser cosas agradables para el perro, pero no debe obsesionarse con ellos ya eso que desencadena una reacción más exagerada de protección.

La protección de recursos es un problema de comportamiento que en ocasiones generamos nosotros. Que un perro valore la comida o los juguetes es bueno, pero eso no excusa un comportamiento agresivo de defensa de los mismos. Es un problema de multitud de perros y en ocasiones no está bien diagnosticado (se achaca a la dominancia y a la territorialidad). Pero con pautas adecuadas se puede corregir.

Algo que desencadena la protección de recursos con muchísima facilidad es esa manía humana de quitarle las cosas al perro. Si el perro está comiendo tranquilamente o mordiendo su hueso debemos respetarlo, si se lo quitamos de forma brusca nos verá como una amenaza , ya que asociará que la próxima vez que un humano esté cerca le va a volver robar, y eso provoca una reacción de defensa que suele ir desde la huida hasta el ataque. Probablemente si no molestamos a nuestro perro mientras come, no reaccionará mal si en un momento dado tocamos su comida, incluso permitirá que se la quitemos de la boca. Si en vez de robarle los juguetes, le premiamos porque nos los dé, nunca mostrará protección por recursos.

Esta reacción la tendríamos los humanos también: os imagináis que un perro nos robara el plato de comida siempre que vamos a comer? Seguro que terminaríamos estando muy tensos al tener un perro cerca de nuestra comida, y le echaríamos de malas formas si se acerca al plato (o bien nos llevaríamos el plato lejos del perro), tal y como ellos hacen con nosotros.

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